
En esta ocasión vengo con un film repleto de polémica, y que seguro que levantará muchas ampollas. La obra se apoya en el libro escrito por el periodista catalán Francesc Escribano, Cuenta atrás. Por lo que debemos ser conscientes que a pesar de estar basado en un hecho real, siempre se transgiversa la realidad, en pro de la ganancia artística y un mejor desarrollo de la trama argumental. Como por ejemplo la relación que se crea entre el carcelero y Salvador, o la forma de colocar a éste como un mártir.
Narra la historia del encarcelamiento y la posterior ejecución del anarquista catalán Salvador Puig Antich (también conocido como Gustavo Metge) en los años finales de la dictadura que sufrió España por parte de Francisco Franco.
Quiero dejar claro que con este artículo lo último que pretendo avivar el actual tema de la memoria histórica, porque me parece un auténtico cachondeo los extremos a los que se llegan; pienso que si se quiere condenar a alguien que sea en vida, y no creo que sirva de mucho retirar determinadas estatuas, o cambiar el nombre de calles. Y en caso de hacerlo, tratar con el mismo rasero a los generales de uno y otro bando, puesto que en las guerras todos son culpables y todos somos víctimas: ¿Qué ganamos reavivando antiguas polémicas?, ¿Qué ganamos metiendo el dedo en la llaga una y otra vez?
De la película sólo decir que es una verdadera obra maestra del cine español perfectamente ambientada, y refleja una vez más que el nivel actual del cine en nuestro país va ganando muchos enteros (los últimos exitos internacionales, en el mundo del cine, nos avalan).
Cuenta con unas interpretaciones memorables, destacando a Daniel Brühl (Salvador P.) que facilita mucho al espectador la labor de meterse en el mundo que trata de recrear Manuel Huerga. La b.s.o. es excepcional, junto con la de la película Noviembre es de las más bonitas del panorama nacional.
Por hacernos un poco idéa de quien era Salvador Puig deber resaltarse que formaba parte del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), grupo que tenía el siguiente dodecágolo:
- Acción directa: herencia de la práctica anarquista y anarcosindicalista sobretodo hasta la Guerra Civil.
- Agitación armada: concepto opuesto a lucha armada (exprociaciones de fondos y recuperación de material), no se atenta contra las personas. El dinero recuperado es utilizado para reforzar el movimiento obrero.
- Antiburocratización: contra todo tipo de control jerárquico de lideres intelectuales y obreros.
- Anticapitalista: lucha contra el sistema no contra la dictadura, los "militos" no fueron nunca luchadores antifranquistas.
- Antigrupusculación: Contra los grupitos políticos y las vanguardias.
- Antimilitantismo: solo grupo abierto de individuos que se unen por afinidades.
- Antiparlamentarismo: democracia directa y línea apolítica.
- Antisindicalismo: frente a las organizaciones sindicales la asamblea como método deorganización.
- Apoliticismo: contra los partidos y los sindicatos.
- Autonomía obrera: independencia para la práctica de la democracia obrera entre los trabajadores, sin vínculos orgánicos, solo con redes de personas o grupos afines.
- Asambleismo: espontaneismo asambleario más próximo al consejismo que al sindicalismo.
- Autoorganización: acabar con las practicas dirigentes de los partidos (anti-dirigismo).
No vayais a pensar que por tener rastas y ser muy liberal y progresista a la hora de pensar, sea un anarquista o secunde todos estos puntos; pero si que es verdad que hay algunos como por ejemplo el 6 y el 10 que me gustan mucho y sin duda figuran en mi mundo ideal.
Resumiendo, creo que es un film digno de ver. Y lo único que me queda por decir al respecto es que, si al igual que yo no sabéis catalán, recomiendo que os hagais con una versión que cuente con subtítulos, porque la obra cuenta con algún que otro diálogo en el mencionado dialecto.
A renglón seguido de mi opinión acerca de la película me gustaria tratar un tema muy serio: la pena de muerte.
En está película el método para llevarla a cabo es el garrote vil (también conocido como garrote), que consite en colocar un collar de hierro alrededor del cuello del sentenciado; y mediante un tornillo con una bola al final aplastaba una vértebra axis produciendo la dislocación de la apófisis, en otras palabras dicho tornillo rompía el cuello, provocando la muerte inmediata. Por desgracia este invento español (que vivio su "auge" durante la dictaruda franquista) casi siempre fallaba, lo que conducía al reo a una agónica tortura que podía alargarse entre 15 y 30 minutos.
Por fortuna en 1978 se abolio la pena de muerte con la entrada de la Constitución, siendo, curiosamente, Salvador Puig Antich el último ejecutado por éste método (1974).
He querido hacer hincapié en este detalle, porque yo pensaba que el método de ejecución en las prisiones de aquella época era el fusilamiento (se que es un nuevo conocimiento muy macabro y he preferido no acompañar el post con ninguna imagen de esta herramienta, ni de ninguna otra mortal).
Para terminar creo que si sale el tema de la pena capital, no puede pasar inadvertida EEUU (aunque debemos saber que en pleno siglo XXI sigue aplicandose en 90 países). Hasta 2008 el método más empleado allí era la silla eléctrica. Consiste en enganchar un electrodo a la cabeza y otro a la pierna de la víctima conectando éstos a un gran potencial (2 kV durante 15 segundos!!!) rompiendo la resistencia de la piel y provocando la inconsciencia. El cuerpo alcanza 59 ºC destrozando la mayoría de los órganos internos. Tras una pausa de 1 segundo se aplica un pontencial menor (aproximadamente 480 V) durante 22 s. Por último, 15 minutos después, un médico acude a constatar el fallecimiento.
Cabe destacar que en muchas ocasiones se producen fallos en la preparación de la máquina y los condenados sufren auténticas torturas, en muchos casos terminan con la cabeza carbonizada.
A parte siempre está el dilema de si el condenado a muerte es realmente culpable.
Paradojas de la vida, los Estados Unidos, siempre ha figurado a la cabeza de guerras en que figuraban intereses petrolíferos. Gracias a ese petróleo en conseguían energía eléctrica en centrales térmicas. Y efectivemente, un porcentaje (no despreciable) de dicha energía se empleaba en "achicharrar" a una persona.
Como podéis imaginar yo me posiciono en contra de la pena de muerte, y fundamentalmente en aquello que atente sobre los derechos humanos. En la sociedad española está muy en boca, yo cogía atodos estos y los pegaba un tiro, y demás expresiones similares. Considero que la gente que dice eso no da mucha importancia a la vida, eso denota en ellos (absolutamente en todos ellos que no se encuentran en caliente, tras sufrir una auténtica calamidad) una falta de humanidad tremenda. La vida es lo único que realmente nos pertenece y el mismo crimen es cometido por el asesino, que por el juez o emisario que dicta sentencia, que por el verdugo. Y dificilmente podremos vivir en un mundo en paz, cuando ésta se busca inspirando terror.
Por supuesto que la persona que perpetra un delito debe cumplir lo que estime la ley, y todo el tiempo que se ve reflejado sin excepción alguna. Además justo antes de salir en libertad deberían pasar una serie de pruebas para ver si están preparados para integrarse nuevamente en la sociedad, y no volver a cometer los errores o delitos que cometieron (prueba que en muchas ocasiones no es nada rigurosa, o es inexistente).
Para despedirme os pongo una canción de la maravillosa Nina Simone que me gusta mucho, e invita al optimismo. Además seguro que no habrá mejor manera de adentrarse en el 2009 que cargados de optimismo. Espero que vuestros sueños se cumplan en este nuevo año, y que en el que viene sigamos tomando las uvas las mismas personas, sin que haya ninguna ausencia.