jueves, 12 de noviembre de 2009

Biohacking...



Hace cosa de un mes leí un artículo que hacía referencia a estos hackers del siglo XXI y me llamo mucho la atención. Como por el momento están pasando bastante inadvertidos me gustaría hablaros de ellos. Se trata de genios de la genética capaz de modificar células, fabricar transgénicos, duplicar cadenas de ADN, etc....

En actualidad existe un grupo llamado DIYbio (biología para hacer uno mismo), que nació en internet pero a día de hoy es un comunidad de lo más interesante. Constituida por jóvenes biólogos o autodidactas que siguieron el patrón de los hackers informáticos. Una comunidad con amplios conocimientos técnicos, solidarios, alejados de la autoridad y con ganas de desmontar todo lo que pasa por sus manos para averiguar como funciona.

Dicho esto es evidente que sus investigaciones se llevan lejos de laboratorios oficiales y bajo la premisa del copyleft: todo lo que descubren lo ponen gratis a disposición de todos.
El periodista Ives Eudes se coló en una de las reuniones de esta comunidad (en San Francisco) y quedó perplejo de lo "underground" que es este mundo. En esa ocasión una joven bióloga de 23, Kay Aull (K.A.), vino desde Boston y rompió el hielo pidiendo a un chico que escupiese en un tubo de cristal. El propósito de esa saliva era mezclarla con una pizca de sal, una gota de lavavajillas, zumo de pomelo y ron, para que aparezca el ADN. K.A. nos simplifica este fenómeno asombroso:"el detergente rompe las paredes de las células, la sal se amalgama con el ADN, el pomelo neutraliza las proteínas podrían perjudicarlo y el alcohol lo persigue hacia la superficie". ¿parece sencillo, verdad?es increíble que con ingredientes tan familiares se consiga tu propio ADN.

Por otro lado este grupo de gente dice que las máquinas que se emplean en estos procesos son tremendamente cara (puesto los clientes de los fabricantes son empresas y centros universitarios que barajan presupuestos muy altos). Y se las ingenian para conseguir de manera artesanal los instrumentos que necesitas para seguir con sus proyectos. Por ejemplo K.A. nos explica que la caja electrificada, que sirve para separar los segmentos de ADN, la construyó a partir de un marco de fotos y una caja de plástico forrada de papel de aluminio. La luz azul, indispensable para ver el ADN, es de una guirnalda de navidad enrollada en el fondo de la caja. Los filtros de color que purifican la luz son hojas de plástico que utilizan los fotógrafos.

Las siguientes imágenes ilustran los "humildes" instrumentos que emplean estos nuevos hackers (algunos de fabricación casera y otros comprados -normalmente después de haber sido usados):











Este es un pequeño ejemplo de la forma de operar que tienen estos genios cuyos hallazgos no están reñidos con su poder adquisitivo.
En California, los biohackers han lanzado varios proyectos, en uno de ellos colabora Josh Perfetto, cuyo mayor sueño es poder modificar una bacteria para producir un biocarburante de tipo etanol que consumiera únicamente agua y luz solar.

Como podemos ver las aplicaciones de la ingeniería genética y de los hallazgos de este nuevo grupo de "hackers" son de muchísimo interés e importancia; ya no solo de cara al futuro sino al presente. No obstante considero que su importancia puede cobrar mayor relevancia en el tema de la salud para combatir enfermedades que a día de hoy no tiene cura. Como es el caso de la última ganadora del premio Nobel, Elizabeth Blackburn -a quien podemos ver en la fotografía de abajo-, en la disciplina de medicina (compartido con su alumna Carol W. Geider y el investigador Jack W. Szostak). Lo ganó al descubrir la telomerasa ("encima de la inmortalidad"), una proteína presente en los extremos de los cromosomas pilar del crecimiento tumoral.



No sería de extrañar que este movimiento de biohacking comenzase a proliferar en España, puesto que la mayoría de los investigadores españoles deben "emigrar" a otros países. No por falta de medios, sino porque en el sector público económicamente es un gremio muy precario ; en la mayoría de los casos el sueldo medio de un investigador no llega a alcanzar 1000€/mes netos, según han reflejado los estudios realizados en los últimos años.
Además, el presupuesto del estado para el 2010 ha reducido la inversión para investigación en un 23%, algo que me parece incomprensible. Puesto que a raíz del 2006 se ha ido recortando la diferencia respecto a la cantidad destinada por nuestros colegas europeos. Sin duda otra muestra más que ningún sector escapa de la crisis, y que al final siempre pagan los mismos los recortes presupuestarios.
Sinceramente, me parece muy bien que la gente tenga interés en investigar por su cuenta todo aquello que le inquiete, y que de una manera u otra podrá beneficiarnos a todos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, porque los resultados que obtenga una persona inexperta pueden ser muy peligrosos. Ya que puede que una bacteria termine en la naturaleza modificando nuestro entorno. Los biohackers son conscientes de este peligro pero aseguran que estos riesgos se pueden controlar.



2 comentarios:

Hola, buenos dias!

Me ha encantado este post, primero poruqe es científico y segundo es muy curioso. Esa gente que se dedica a investigar por su cuenta es la que debería de merecerse un premio nobel. Encima si haces tus propios instrumentos de investigación!

Espectacular!
 
Personalmente creo que la australiana y su equipo lo merecen proque peude que está sea una batalla ganada contra el cancer muy importante.Auqnue mis conocimientos en medicina no son muy amplios...